Ciudad de Buenos Aires, 23 de Junio de 2009.
Trabajadores de la Salud de Villa Soldati, informamos la situación que están padeciendo los vecinos del asentamiento La Fábrica, después del incendio producido el día martes 16 de junio, donde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no dio las respuestas que correspondían a la situación, y ademas llegó a reprimir durante la noche a los refugiados que permanecían en el lugar.
En el asentamiento La Fábrica vivían aproximadamente 115 familias en situación de extremo hacinamiento, con casas construidas con chapa, cartón y madera viviendo entre y sobre la basura. No contaban con agua corriente, ni cloacas y había una sola canilla para todos. Además, los pasillos permanecían constantemente inundados perjudicando aún más la precaria salud de los vecinos. Es decir, las condiciones sanitarias estaban en abandono desde el 2004, año en el que comenzó a habitarse el asentamiento. Desde este momento se fue denunciando la situación habitacional a los Centros de Gestión y Participación Nº 8 y 9 y a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires.
Por si fuera poco, el lugar contaba con una orden de desalojo que no se había efectivizado todavía.
El Instituto de la Vivienda del GCBA (IVC) realizó por lo menos 3 censos en el asentamiento, esto provocó la mudanza de nuevos vecinos que comenzaron a construir sus viviendas en los pasillos, ya angostos, del asentamiento, con la esperanza de recibir un subsidio.
Tras el incendio, los vecinos se encontraban en la calle con los pocos objetos que habían logrado rescatar a la espera de ayuda del GCBA, pero éste no la dio. Nosotros que venimos trabajando hace varios años en el lugar, nos acercamos a intentar ayudar. Habían pasado varias horas desde el siniestro y todavía no llegaba asistencia ni del Programa Buenos Aires Presente –BAP-, ni del IVC.
Sí se encontraban Defensa Civil y el SAME que contribuyeron con 6 packs de agua mineral de ½ litro para aproximadamente 500 personas y en vallar la calle donde se encontraban los vecinos. Sugiriendo a los trabajadores de salud la no intervención. De esta manera, quedaba establecido el criterio con que se entregarían los subsidios definido por todo aquel que quedara dentro del vallado. Aquel que salía no podía volver a entrar. La mayoría de los vecinos pasó la noche allí, durmiendo a la intemperie niños de todas las edades, embarazadas y hombres, esperando recibir la respuesta que debía dar el gobierno. Pero la situación fue aún peor: sin contemplar registros, ni listados y mucho menos los 3 censos realizados, había manejo irracional de la entrega de subsidios a las personas que allí se encontraban, se le entregó a algunos damnificados y a algunos oportunistas. Esta injusta situación generó malestar entre los damnificados que frente al reclamo la respuesta fue la represión policial.
Al otro día el escenario había empeorado, una cola larguísima de gente esperaba recibir el subsidio, la poca respuesta que dio el gobierno, comida y frazadas insuficientes, ya no se encontraba. Estaban custodiados por la policía federal y las ambulancias no atendían a los vecinos porque tenían órdenes de permanecer fuera del lugar donde estos se encontraban. La única frase que se escuchaba era: “váyanse porque van a reprimir”.
El jueves quedaban algunos vecinos esperando el subsidio que ya no era de 8000 pesos sino que había pasado a ser de $400.
Encima de todo lo relatado anteriormente, a muchas mujeres y niños los llevaron a distintos centros de evacuados que montaron por la zona, con el detalle de separarlos en estos centros sin que supieran dónde estaba cada uno.
Denunciamos a la actual gestión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires porque no tuvo otra respuesta más que el trato violento con las familias perjudicadas y, además, por la desidia con la cual actuaron luego del incendio.
Después de lo dicho, nos queda claro una sola cosa: que la decisión política fue dar este tipo de respuestas.
1 comentario:
Esto es lo que muchos soretes de este país quieren. Eso es PRO, la derecha popular
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