domingo, 30 de noviembre de 2008

Universidad, de frente y de espaldas


La universidad que yo conozco tiene una particular relación con el Estado. Es habitual, cuando aparece algún intento por parte del Estado nacional de regular o al menos fijar algún criterio sobre la enseñanza, la investigación o la extensión, que se alcen voces quejosas desde los claustros o desde los espacios de gobierno. La autonomía se alza entonces como un escudo del que se abusa para fijar una línea divisoria, un "ellos" y un "nosotros".
Lo que nadie parece dispuesto a discutir es cómo se formó ese nosotros. La muerte de Raúl Laguzzi ayer en París, donde se había exiliado luego de que la triple A atentara contra su casa y asesinara a su bebé de seis meses, debería obligarnos a pensar en eso. Laguzzi, que fue rector de la UBA después de Puiggrós, era de los universitarios que creemos que nuestro espacio de trabajo carece de sentido si no es concebido como parte de un proyecto nacional. Por eso, el efecto devastador de la dictadura sobre la universidad pública argentina no se sintió sólo en la desaparición y el asesinato de muchos de sus alumnos, graduados, docentes y no docentes. También en los docentes cesanteados, que fueron expulsados de sus cátedras, talleres y laboratorios. Y en los que, con el aval de la intervención dictatorial, accedieron a un concurso y allí se quedaron, aún con la vuelta de la democracia. Durante la normalización, hubo unidades académicas que anularon esas designaciones y volvieron a abrir los concursos. Tengo el orgullo de pertenecer a una de las pocas que en la UNLP fue capaz de hacerlo. Pero aún recuerdo cuando, siendo consejera superior por el claustro estudiantil, recibí una carta de un ex docente de otra facultad, una de las del bosque. El hombre había sido cesanteado con el golpe del 76 y al reestablecerse el gobierno democrático había reclamado incesantemente la devolución de su cargo. Su reclamo nunca había sido atendido y la facultad había concursado el cargo, que como suele suceder había ganado el docente que llevaba años ocupándolo. El autor de la carta nunca recuperó el lugar que le arrebató la dictadura.
El próximo 10 de diciembre se cumplen 25 años de gobierno democrático. La universidad, sin embargo, aún parece más proclive a ver los defectos de un Estado imperfecto, pero que ha aportado bastante para sostenerla y hacerla crecer, que a revisar sus propias zonas oscuras.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Nature

Existe una revista internacional de ciencia que es la meca de cualquier científico "duro" o más o menos. Se trata de Nature, una publicación original de Inglaterra que es famosísima. Un artículo que consigamos publicar ahí nos pone en la lista de famosos y envidiados del barrio científico. La revista, además de artículos científicos, publica sobre cuestiones de política científica y anexos. Lógico, con una visión muy Primer Mundo, pero no por eso menos importante. De alguna manera es la opinión de la Primera A de la Física, Química, Matemática, Biología, Geología y Medicina (y áreas interdisciplinarias); guste o no guste.

Lo que quería contarles es que en su último número salió un artículo sobre la ciencia en Argentina y las políticas que se están impulsando (con fotito de la Compañera Presidenta y todo).

No pude traducir el artículo todavía, pero quien quiera saber algo del mismo puede leerlo en Crítica, que fue el único medio, por ahora, que dijo algo al respecto. El enlace, aquí:
Crítica


Para bajar el artículo en Nature (en inglés), cliqueen aquí y sigan las instrucciones. Está en formato .pdf

domingo, 23 de noviembre de 2008

Los Pobres

Escuchando toda la sarta de goriladas al respecto de la Villa 31, uno no puede dejar de recordar aquel monólogo maravillosamente feroz de Carlos Perciavalle, "Los Pobres" (hagan clic en el icono de abajo). La grabación es del año '71. La gorilada no aprendió a decir nada nuevo desde entonces? No se les mueve ni un pelito la conciencia? Serían al menos capaces de reírse de ellos mismos?
Disfruten.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Por Júpiter!


De las múltiples formas posibles de atravesar el crepúsculo de un domingo, ésta es una de las más placenteras. Requiere olvidarse del partido, de que uno tiene fiaca porque al otro día es lunes y desplazarse hasta el bosque platense. Una vez allí, dirigirse al Observatorio. La visita dura una hora y media y empieza con una breve charla en la biblioteca. Esto es interesante, y el edificio posee la belleza de todas las construcciones de la época de la fundación de La Plata, pero lo que de verdad nos importa está ahi afuera.
Afuera y arriba. Y muy, muy lejos.
Hay varios edificios con cúpula giratoria, lo que significa que albergan un telescopio. Todo me recuerda a aquella casa con cúpula que el jubilado Luna compraba en San Isidro. Pero esta noche Sherlock Time no ronda el parque arbolado. En el edificio más grande, subimos por una escalera angosta. Y ahí está, mil quinientos kilos y cuarenta y tres centímetros de diámetro. Una vía circular permite que la escalerilla donde se sienta el observador se desplace junto con el telescopio. La cúpula tiene una ventana alargada, un medio arco vertical que se mueve cuando la cúpula gira y permite apuntar el lente hacia el objeto en cuestión. Subimos de a uno. Al principio estoy algo decepcionada. Venus es una manchita luminosa, más grande y definida que a simple vista (se puede ver el efecto del sol en la forma) pero nada impactante. Por suerte la observación sigue y en mi segundo ascenso lo veo. Anaranjado, tormentoso, rayado. Dueño de sesenta lunas, aunque se distinguen cuatro: Ganímedes, Io, Europa y Calisto. No distingo la gran tormenta del medio, la mancha grande, pero no me importa. Sonrío como un chico en el circo y pienso:
-¡Por Júpiter!

sábado, 15 de noviembre de 2008

Combatiendo la fuga de cerebros

Siempre me pareció presuntuoso hablar de "cerebros" en fuga, pero para no inventar categorías nuevas, me quedo con el viejo nombre de "fuga de cerebros". Como todos Uds saben, esta fuga consiste en la emigración de personas con formación profesional calificada, en busca de horizontes mejores (mejor pagos, más reconocidos, menos peligrosos, más tranquilos, etc). Éste es un problema generalizado en casi todo el mundo (le pasa hasta a los países europeos primermundistas), pero es especialmente agudo en el Tercer Mundo. En Argentina tuvo también el "incentivo" de las diferentes dictaduras (acuérdense de la Noche de los Bastones Largos). Miles de científicos y técnicos altamente calificados emigraron. Así, nuestro país perdió recursos humanos muy valiosos, a los que costó mucho formar.
Néstor Carlos, al asumir la presidencia, mostró que había venido para hacer algo diferente. Particularmente, en un aspecto poco conocido: el área de Ciencia y Técnica. En sus viajes al exterior, Néstor y Cristina buscaron siempre contactarse con las comunidades locales de científicos y técnicos argentinos. Nuestro sector no es precisamente numeroso, ni tampoco uno que arrastre muchos votos. O sea, había un interés genuino que se plasmó en la práctica, en dos hechos como éstos:

*primero y principal, se creó el Ministerio de Ciencia y Técnica. Considerando el tamaño de nuestro país y su tradición en ciencias, hace rato que era necesario un Ministerio. La reacción en los diarios fue bastante pobrecita, salvo, claro, el Página.

*segundo, y principal, para ayudar a la repatriación de los científicos se puso en marcha un plan de incorporación de recursos humanos (léase científicos) muy completo. A cada científico que vuelve se le da un dinero para pagar la repatriación (hasta 45 lucas), un complemento salarial por 4 años (la Secretaría de Políticas Universitarias crea un cargo que luego se lo transfiere a la facultad adonde el investigador se incorpora), dinero para compra de equipos, dinero para un proyecto de investigación (cerca de 300 lucas); y complementariamente, hasta 300 lucas para arreglos de infraestructura. Un lindo paquete, para empezar con el pie derecho y tranquilo. Y sentir que el país valora a sus investigadores.

Todo esto, y con esta magnitud, que yo sepa o me acuerde, nunca antes pasó en nuestro país. Para la Ciencia y Técnica, esto es Argentina Año Verde...

Esto no me lo contaron, soy uno de los "cerebros" fugados, y ahora repatriado. Feliz de estar compartiendo la lucha con los compañeros, y orgulloso de Kirchner y Cristina.

jueves, 13 de noviembre de 2008

The way you look tonight

En una inspirada escena de "Kamchatka" (la mejor película de Marcelo Piñeyro), se escucha esta canción de Kern y Fields. Es el invierno de 1976 y la pareja de militantes que interpretan Ricardo Darín y Cecilia Roth ha dejado por un par de días la quinta en la que viven clandestinos para visitar a los padres de él. Se hace de noche en esa casa en el campo y la mujer camina hacia él, que la mira iluminado. Bailan, se abrazan, se nota que se aman. Para mí esa fue durante varios años una simple, bella, escena de amor.

Unos días atrás me compré (sí, me lo compré, no lo bajé del emule) el último CD de Ligia Piro, "Trece canciones de amor". Y como el arte es el mundo por segunda vez, descubrí "The way you look tonight". En la hermosa voz de Ligia, acompañada por Ricardo Lew en la guitarra, encontré otro significado para la escena. Él sabe que algún día va a estar terriblemente bajoneado y el mundo será frío, pero la imagen de su mujer en esa noche lo va a iluminar. Y entonces me acordé de aquel testimonio de Luis Salinas en "Cazadores de utopías", cuando se refería a la resistencia ante la tortura como una confrontación política y al mismo tiempo, un acto de amor hacia los compañeros. Tratar de evitar a toda costa que ellos pasen por el dolor que uno está pasando.

Al final de Kamchatka, la pareja desaparece.

Y acá está Ligia:

"Chicha"


Tuvimos oportunidad de ver el documental "Chicha", de Rosa Teichman y Guillermo Kancepolsky. Nos dejó muy conmovidos (lo viste, Antares?). Está estructurado en dos partes, una con el testimonio del hijo del ex-juez Ramos Padilla, Juan Martín, quien conoce a Chicha desde chiquito. Luego habla la misma Chicha Mariani, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo (Aclaramos esto porque tenemos lectores en el extranjero). El documental es muy simple. Me gustó mucho el juego visual, que apoya mucho al relato. Véanlo!

Y de paso, recordamos que este blog se suma a la búsqueda de la nieta de Chicha, Clara Anahí Mariani. En la imagen anexa, fotos y una carta para Clara, de su abuela Chicha. Si conocés a una chica de un poco más de 30, que sea adoptada o que pueda tener sospechas sobre su origen, que se ponga en contacto con las Abuelas: www.abuelas.org.ar