sábado, 20 de junio de 2009

Del respeto a la voluntad popular

Qué habrá llevado a Pino Solanas hacer las declaraciones que hizo al respecto del robo de boletas y un supuesto fraude? Que la Gorda Carrió las haga, vaya y pase, no nos sorprendería que un día anuncie un desembarco extraterrestre. Pero del director y autor de tantas películas que nos abrieron la cabeza, nos emocionaron, que pusieron a la vista la resistencia del pueblo, nos sorprende mal. Cómo alguien puede hacer Actualización Doctrinaria o Sur, y luego hablar esas sandeces?. Es gracioso cuando, en elecciones estudiantiles, se recurre a esos conceptos para justificar por qué perdimos. Pero no en una elección general. Aquí es grave. Hablará más alto la vanidad que los principios y la biografía?

Nuestro pueblo ha luchado y lucha por una patria justa y soberana. Esto tiene un significado clarísimo que es el de la democracia popular. No hay gobierno legítimo posible si éste no respeta la decisión popular. Desde 1983 nuestro pueblo lucha por ensanchar los límites de la democracia que conquistó con tanta sangre, en busca de inclusión, de distribución de la riqueza, de futuro. La democracia que tenemos es la que hemos conseguido en este cuarto de siglo. Lo bien o mal que funciona es producto de lo que hicimos y dejamos de hacer. El sueño de los enemigos del pueblo es controlar, condicionar la expresión popular. Ese republicanismo que busca una democracia de rienda corta.

La democracia de nuestro país, al igual que en muchos de los países de Latinoamérica, no se parece a las "democracias" controladas como la de Irán. El pueblo vota candidatos de los más diversas orígenes. Los medios no tienen empacho en decir y hacer lo que se les ocurre, los candidatos pueden decir las más grandes barbaridades con la mayor tranquilidad del mundo. A la hora de votar el pueblo elige, más o menos libre, o consciente, o informado, o condicionado. Pero tiene boletas de todo tipo de pensamiento y acción política ante si; o casi, porque Quebracho no participa de esto. Los fraudes electorales se terminaron en la elección de 1946 (en la que triunfó el General), cuando la responsabilidad por la seguridad del comicio fue transferida al Ejército, lo que evitó los manejos de los caudillos locales usando a la policía del lugar. Actualmente la organización de los comicios la hace la Justicia Electoral, siguiendo órdenes de los jueces respectivos y usando un aparato que hace 25 años trabaja en garantizar el acto eleccionario. Y recordemos, es el mismo con el que se hicieron las elecciones que dieron triunfos a la UCR, al PJ, a la Renovación, a la Alianza, al Frente Grande. Y derrotas a oficialismos varios muy poderosos. Es un sistema que funciona bastante bien, comparado con otros en el mundo. El voto es universal, no hace falta otra documentación que el DNI. No hay aquí un Consejo Religioso que apruebe a los candidatos (se imaginan a Bergoglio aprobando candidaturas?), ni fuerzas parapoliciales y paramilitares que puedan tener ingerencia en la votación o en las campañas de los candidatos.

Hemos participado de muchas elecciones como fiscales o autoridades de mesa. El acto electivo es una demostración de fuerza de la democracia. Nos da un nudo en la garganta cuando vemos a aquellos viejitos con la Libreta en la mano yendo a votar.

Es posible que haya uno u otro caso discutible, de si el documento está muy roto, de si a la boleta le falta un pedazo, nimiedades que se resuelven sin problema en el momento. Hablamos de un caso u otro en más de 200 votos por urna (243?). Hablamos de menos de medio porciento de los votos. Absolutamente irrelevante, si pensamos que para llegar a un 30 % de los votos hacen falta por lo menos sacar 60 votos por urna! Y si un candidato tiene al menos 60 personas dispuestas a votarlo en CADA urna, no debería tener problemas para conseguir fiscales. Y con seguridad, si el candidato tiene tantos seguidores, alguna de las autoridades de la mesa sería votante suyo, y por lo tanto cuidaría especialmente esa urna. Es posible que pueda haber algún tipo de manipulación en lugares muy alejados, donde alguien "metiendo la uña" puede alterar algo algún resultado. Pero eso sólo es representativo cuando se trata de una elección menor, como por ejemplo concejales de algún pueblito. No en una elección general.

Esta actitud de ponerse en Fiscal de la República, y dudar de la transparencia de los comicios es, paradójicamente, un verdadero insulto a la Democracia. Es un insulto a todos los que lucharon por ella desde las perspectivas más disímiles, desde los radicales a las izquierdas.

Y, la verdad, Pino, todo eso por un carguito de diputado?

2 comentarios:

Antares dijo...

Sí, hizo grandes películas. Lástima que no entendió algo: no se pueden construir opciones populares limitándose a una progresía porteña que mira con desdén al sindicalismo y que valora a Chavez, a Evo y a Lula pero se niega a admitir que la opción popular en Argentina pasa por el peronismo, un peronismo que está vivo. En las últimas películas de Pino el peronimso es uan estampita folcklórica, limitada al pasado y despojada de toda dinámica y vitalidad.

Vincent Vega dijo...

No lo había pensado, Antares. Al final, Pino no deja de ser un viejo con plata, que debe acordarse de cuando era joven y revolucionario a la hora del café