Esto acaba de pasar en Siderar, donde los Rocca pensaban que iban seguir teniendo al socio bobo, ése que pone plata y no tiene derecho a preguntar qué pasa ni a ver las cuentas.
Resulta que algo extremadamente parecido pasó en Brasil hace un par de semanas. La Vale do Rio Doce es una de las mayores empresas de minería del mundo, con sede en el país vecino; cuya composición accionaria está basada en capitales japoneses y chinos, además de una parte sustanciosa de fondos de jubilación administrados por el Estado (PREVI). Resulta que el año pasado, a pesar de sus resultados positivos, la empresa despidió a una buena cantidad de empleados. Encima, antes de las elecciones. Ello valió el enojo del compañero Lula con el Sr Roger Agnelli (algo que ver con la "famiglia" FIAT?), el CEO de la Vale.
Resultado: Dilma le sacó la roja, y la Vale tuvo que buscarse otro CEO. No sin rezongos en los grandes medios y sus revistas de negocios. Pero el Estado brasileño no está manejado por bobos. Como aquí. Como vemos, los '90 se acabaron, así que váyanse enterando. Y ojo, que de nuestro lado tenemos fieras, dispuestos a defender los derechos del pueblo
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