Esto no es exactamente una necrológica. Más bien, un recordatorio sobre un personaje siniestro, no exactamente por ser un carnicero, sino por ser un asesino de guante blanco. Hace un par de días murió Robert McNamara, un ex-profesor universitario que, a los pocos días de ser nombrado segundo jefazo de la Ford, fue llamado a ser el secretario de Defensa de John Kennedy y luego de Lyndon Johnson. Tuvo un rol destacadísimo en hacer eficiente a la eficiente máquina de guerra de los EEUU. Fue el hombre que aconsejó la escalada militar en Vietnam. Fue el hombre que estuvo atrás de Bahía de los Cochinos. Fue el hombre de la invasión a la República Dominicana.
El marketing ha hecho que los demócratas de EEUU aparezcan como los pacifistas y los republicanos como los guerreristas, a pesar de las evidencias casi en contrario. Tal vez, la diferencia sea que Obama pida perdón por los bombardeos a civiles inocentes. Nosotros nos quedamos con la apreciación del General, acerca de que lo que dominaba la política en EEUU eran dos partidos de derecha.
Mientras tanto, pocos te extrañarán. Seguro que no el millón de familias a las que dejaste en luto, los pueblos de esos países a los que les quisiste enseñar el "free market" y el "big stick" que heredaste de Roosevelt.
Chau, hijo de puta
1 comentario:
Yo me voy a tomar un ron, porque cuando se muere un hijo de puta hay que celebrar.
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