sábado, 21 de marzo de 2009

Alpargatas y libros

¿Existe algo más romántico que la edición de libros políticos? No hablo de la instancia de la escritura, sino de aquel que piensa en cómo hacer circular una idea escrita. Ese que se arriesga a publicar a alguien que puede estar marginado, perseguido, lejos de todo espacio de consagración pública. Y que a pesar de eso, piensa que un libro es una posibilidad de desarrollar argumentos, de afirmar o cuestionar un punto de vista, de abrir la discusión sobre un tema en particular. Uno de los héroes de "Operación Masacre" es su primer editor: "al fin recalo en un sótano de Leandro Alem donde se hace una hojita gremial, y encuentro un hombre que se anima. Temblando y sudando, porque él tampoco es un héroe de película, sino simplemente un hombre que se anima, y eso es más que un héroe de película". Gracias a eso el libro de Rodolfo Walsh llega a miles de personas. No sé quién era ese editor, pero como él, hubo alguien que fue capaz de editar a los escritores más lúcidos del pensamiento nacional, haciendo posible que la producción de Arturo Jauretche, Scalabrini Ortiz, Hernández Arregui, Rodolfo Puiggrós y otros se mantuviera presente en librerías y bibliotecas. Mientras la prensa les negaba lugar y las Universidades los marginaban, Arturo Peña Lillo los puso ahí, al alcance de quien quisiera leerlos, descubrirlos, discutirlos. Un romántico y un militante que aunque se haya muerto ayer, seguirá viviendo en miles de bibliotecas. Y en el recuerdo de todos los que alguna vez abrimos un libro de "Peña Lillo Editor", y agradecimos la posibilidad de tener lo mejor de eso que llamamos "el pensamiento nacional" en las manos.

7 comentarios:

Néstor Sbariggi dijo...

Así es, nuetra gratitud y homenaje para Arturo Peña Lillo.

Saludos

Vincent Vega dijo...

Muy lindo post. Cuándo será el día que los aparatos ideológicos argentinos cuenten la verdadera historia?

Antares dijo...

Ingeniero, gracias por pasar y sumarse al homenaje.

Vincent, de eso se trata, hay que coparlos. Por eso insisto tanto con la universidad

Andreika dijo...

El primero en interesarse por la denuncia de Walsh fue Leónidas Barletta, en el periódico Propósitos. Pero quien publica el reportaje a Livraga, el hombre al que se hace referencia en el fragmento que citaste, es Cerrutti Costa, y lo hace en Revolución Nacional.
Muy buen homenaje a Peña Lillo, maestro de editores.

Antares dijo...

Andreika,
gracias por aclararnos eso, saludos!

Sirinivasa dijo...

El sótano de L.N.Alem era la federación g´rafica bonaerense, y lo hojita gremial era del sindicato homónimo.

Che, no salió nada en ningún lado de la muerte de Peña Lillo?

Antares dijo...

Siri,
salió una nota en página 12 y dos párrafos muy escuetos en La Nación y Clarín, miseria que a esta altura de los acontecimientos no debería extrañarnos.