En esta temática, ver lo que pasa en Brasil es ver hacia dónde vamos como país. Argentina experimentó (y disfrutó) ser una de las sociedades más igualitarias de América entera. Esta situación, que se fue destruyendo y desguazando desde Isabelita hasta (?) el comienzo de la era K (tímidamente, convengamos). Brasil tiene una desigualdad estructural. Siempre fue así. Desde el mismo comienzo de su historia. Por eso, el ascenso social está casi cristalizado para las grandes mayorías populares. La violencia es endémica en ese país, como comentábamos en el post anterior. Los countries están generalizados, uno puede encontrar barrios cerrados hasta en pequeñas ciudades del interior. En general, los edificios tienen un portero en forma permanente, que es el que le abre la puerta del edificio. Nadie tiene la llave de su propio edificio. Muchos edificios tienen un "corralito" para entrar, donde Ud entra, la puerta de calle se cierra, y recién ahí se abre la puerta interna. Existen, claro, garitas en las esquinas de los barrios ricos, escolta para entrar a casa (Ud llama, y un auto de la seguridad privada va hasta su puerta para ver que no haya nadie). Las casas suelen tener alarmas, cerco electrificado, hasta monitoreo externo. El banco tiene puerta con detector de metales. Para entrar a un baile Ud será palpado de armas. Aún así, la violencia sólo fue aumentando. Los chorros se las arreglan para entrar a los edificios supervigilados y hacen el "arrastão", o sea, van robando todos los departamentos que pueden. Las policías no tiene nada que envidiar a las nuestras, tanto en corrupción como en violencia. A pesar de no existir pena de muerte, en los hechos se aplica (ver de nuevo post anterior).
En los últimos años fueron proliferando las "milicias", grupos de canas y ex-canas que, por una "protección", mantienen el barrio "limpio". Al mismo tiempo cometen sus tropelías, como cualquier mafia.
Hace unos años vi un documental sobre la violencia en Brasil. De todos los entrevistados, uno solo sonreía: un tipo que blindaba autos. Su negocio aumentaba 30 % cada año.
Las razones? son muchas. Pero hay una cuestión que influye mucho: la desigualdad. Brasil es uno de los países más desiguales de la Tierra. Ha mejorado un poquitito con Lula, pero aún así falta mucho. Muchísimos jóvenes que crecen mirando la riqueza y la ostentación desde fuera, y que no tienen la menor posibilidad de acceder a algo. Sólo tienen un supuesto camino: vincularse al narcotráfico. Ninguno llega a viejo: la principal causa de muerte en hombres menores de 40, y la segunda en mayores de esa edad son las balas. Hasta se ve reflejado en la expectativa de vida al nacer: hombres 68,8 años, mujeres 76,1 años. Una diferencia de 7,3 años, que está bastante por encima de la media mundial. Y esos chicos lo saben: no tienen miedo a morir, no leen el código penal antes de salir a robar. Ante la menor vacilación, tiran. Saben que su vida es corta.
De nuevo, la misma conclusión: las políticas de mano dura sólo traen más muerte.
2 comentarios:
Los manoduristas usan a Brasil, mexico o colombia como ejemplos de las politicas que desean aplicar, ignorando o haciendose los que ignoran el hecho de que todas las politicas de seguridad hans sido fracasos estrepitosos y son de los mas violentos del mundo. (tambien esta venezuela pero de ahi no hablan por que alli reina el dictador comeniños)
Gracias, anónimo, como decían, nada peor que burgueses asustados. Lo loco es que ellos terminan siendo víctimas también de los gatillos fáciles (lógico, menos que los populares), pero la ligan también. De hecho, el que mató al florista de la Susy Shock era vigilador privado.
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