Fragmentos del reportaje a Joos Ulrich Heintz, que sale hoy en el Página
"Hoy hay un discurso del Ministerio de Ciencia que se refiere a revertir esa situación, es decir, juntar el desarrollo con la investigación. Pero, no sé realmente cuánto hay de deseo y cuánto de realidad en eso. Creo que primero hay que superar unas obstrucciones sociales e ideológicas en la mentalidad pequeñoburguesa de la gente, tanto investigadores como empresarios."
"–El investigador quiere quedar bien con el Conicet y publicar sus papers y tener reconocimientos de sus pares, pero no le importa la tecnología y el desarrollo. Quieren viajar, y si después, con poco esfuerzo, gratis, le sale una aplicación, bienvenido. Yo vi que la Argentina puede enterrar la pata tecnológica de lo que hago. Entonces el análisis era que tenía que ver con la mentalidad pequeñoburguesa de los matemáticos. El conflicto era que acá nadie es (Carl Friedrich) Gauss, o en física nadie es (Albert) Einstein, pero tampoco hace falta. Si no tenemos un Gauss, podemos pensar en crear un Gauss colectivo. Y yo fui el primero que creó un grupo y que trabajó en grupo con una especial cohesión. Después se crearon otros grupos, pero más bien como un sindicato que defiende intereses, por ejemplo, a la hora de publicar papers. Y ya desde el principio recibía comentarios de que era muy malo el haber creado un grupo, porque decían que resultaba complicado evaluar a los integrantes del grupo individualmente. Esos comentarios me mostraron que la comprensión dominante acá de la matemática es que el matemático es un individuo que se dedica a la tarea como un deportista, pero ni siquiera como un futbolista que tiene que colaborar con otro futbolista para hacer un gol, sino como uno que hace atletismo, pura destreza individual para ver quién es el mejor, quién publica más papers en la mejor revista. Y fueron los mismos científicos quienes impusieron esos criterios superficiales, de cantidad de papers e impacto en revistas, de los cuales ahora se quejan."
"Alrededor de la basura hay una gran lucha en la sociedad pequeñoburguesa en la que vivimos, porque cuando el pequeñoburgués o su empresa se deshace de algo, sigue reclamando derechos de propiedad negativos, es decir, le prohíbe al otro recoger la basura y hacer con ella lo que quiere. La dictadura llevó al extremo este sistema prohibiendo la manipulación de basura."
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