Un golazo la visita de Cristina, funcionarios y empresarios a Angola. La estupidez y el cipayismo que campearon por estos pagos durante demasiado tiempo impidieron ver la enorme posibilidad que significa tener relaciones con los países africanos, no sólo económicas sino polìticas, como bien lo remarcó la presidenta.
Escuchábamos que fue Frondizi el primero que vio lo que significaba un continente que se liberaba del colonialismo y se hacía un futuro. Parece un sino nuestro el no tener continuidad en lo que significan las políticas de Estado. Brasil se vio confrontado con tomar una decisión difícil a mediados de los años '60. En la política hacia el África, Itamaraty no se separaba de lo que la vieja metrópoli, Portugal, hacìa o decía. Paradójicamente, fue la Dictadura brasileña la que rompió con la tendencia, y fue a contactar a los países que se liberaban de Portugal, estableciendo embajadas y con un pie para hacer negocios. Desde hace mucho, pero con especial énfasis desde la época de Lula, las grandes empresas brasileñas hacen negocios espectaculares en Angola y en Mozambique desde hace una década, en una región que ha conseguido una paz bastante estable. La derecha brasileña no ha dejado de criticar esta política Sur-Sur, pero sus empresarios no dejan de llenarse los bolsillos. Ojalá que estas visitas se mantengan, y que podamos hacernos un poco africanos y menos chinodependientes.
Mientras tanto, bravo por nuestra presidenta, llena de visión estratégica y de onda morocha de Tolosa. Y por el Polémico Moreno, un capo
Y para finalizar, un poco de marrabenta para no olvidar a Mozambique y las noches inolvidables de Maputo
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