sábado, 11 de junio de 2011

La emoción


Leíamos a Mario Burgos, y nos llegaban con sus palabras los ecos de epopeyas espaciales. Por primaveras vividas sólo recordamos al Apolo 14, el Skylab y la misión Apolo - Soyuz, que nos contaban que además de un mundo ancho, existía un cielo más alto de lo que pensábamos. Cuántos no quisieron ser astronautas en algún momento de la niñez? Cuando los años se nos fueron llegando, ya empezamos a sospechar que el espacio era de otros. Que si no éramos yanquis o rusos, el cielo era para mirarlo de abajo.

Y hoy nos descubrimos niños de vuelta, viendo el combustible criogénico evaporándose, la vieja cuenta regresiva, y la luz cegadora. Y una diferencia: además del adulto sorprendido y ansioso, el objeto que se iba a mirar el cielo desde arriba era argentino. Completamente obra de nuestras manos. De la cabeza dura de los que persistieron, que mantuvieron las ventanas abiertas, del gobierno que apuesta fuerte en ciencia y técnica, y a que no estamos condenados a ser exclusivamente los proveedores de materia prima del mundo.

Algunos enlaces para ver el asunto de cerca

http://www.nasa.gov/mission_pages/aquarius/main/index.html

http://www.vandenberg.af.mil/news/story.asp?id=123259519

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