Los medios acaban de "descubrir" que un muchachito fue asesinado por la espalda en Baradero, por un cana de la Bonaerense. Hace pocos días tuvimos una nueva masacre en José León Suárez. La facilidad con que se aceptó la versión de la cana, donde supuestamente habían repelido un intento masivo de robo a un tren hecho descarrilar por bandas de marginales de nuestro Haití conurbano, cabalgó con facilidad extrema sobre el imaginario popular y el pensamiento burgués: Defensa de la propiedad privada a todo costo. Las imágenes posteriores sólo parecían reforzar esa idea: "estos negros son todos chorros". El gobierno nacional, bien que un tanto despacio, tuvo el nervio para bancar los trapos y hurgar en el problema: otra vez la yuta aplicando su propia ley de sangre y control social. Me sumo al reclamo de Gerardo Fernández, sobre la falta de eco del asunto en los blogs del palo. No podemos tener dos visiones para evaluar los hechos: se trata de crímenes cometidos desde el Estado. Dejémonos de joder, Scioli y sus secuaces son parte del enemigo, aunque ahora parezcan estar de nuestro lado. Scioli 2015 es el fin del proyecto. Será, en el mejor de los casos, un duhaldismo atenuado, pero duhaldismo al fin. Para muestra, nos sobran los botones. De la Maldita Policía, que hasta ahora ha sido tratada por el gobierno de Scioli como la Mejor Policía del Mundo.
Argentinos, tengamos memoria... Scioli se mandó a guardar por la muerte de Néstor. Hasta ese 27, su gente andaba buscando apoyos para su candidatura a presidente en 2011. Y con el propósito de embretar a Néstor. Ahora le agradecemos que no nos traicione. Suponemos que, a pesar de su declarada lealtad, todavía guarda un resquicio para ser el recambio de Cristina. Lo que no disfraza es ser él el heredero en 2015.
Lo mejor que nos puede pasar es que este "gorila de dentro" saque menos votos que Cristina este año. Por eso la necesidad de la candidatura de Sabatella. Comerle suficiente votos, y encima por izquierda, al huevo de la serpiente.
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