A pesar de ser tipos extraños, los científicos tienen sentido del humor. La "Máquina de Dios" se llama así por un viejo chiste de la comunidad de físicos "Y Dios dijo -sea el bosón de Higgs". El susodicho bosón, una partícula elemental, sería la última de las varias que existen, y que daría explicación a la masa, y por lo tanto, a todo lo existente. Por eso el chiste, por eso el nombre de esa máquina gigantesca. Su verdadero nombre es "Large Hadron Collider", y la sigla tiene un no se qué de una droga nueva (ya pensaron en que muchas drogas hoy en uso son productos de la química? Miren con otros ojos a los químicos: ellos inventaron el éxtasis, la cocaína, el LSD, las anfetaminas y etc).
El fierro costó unos buenos euros (unos 5 mil millones), un lujo que sólo un grupo de países ricos se puede dar. No tanto pensando en que el tal de bosón de Higgs valga lo que cuesta, sino por los innumerables desarrollos tecnológicos asociados al aparato; desde nuevos materiales hasta el tratamiento de las carradas de datos que el aparato generará (sabían que fue allí donde se inventó el sistema WorldWideWeb, o sea, Internet como la conocemos?). Sin contar con el gasto en obra pública, que es muy importante.
4 comentarios:
La conclusión sería que el bosón es omnipresente, pero solo se revela ante unos elegidos?
Así es. El propósito del sistema patriarcal y la acumulación capitalistas, siglo tras siglo, era llevar a la Humanidad al encuentro de
su Creador, el Bosón de Higgs.
Cumplido eso, nos vamos todos al Bolsón.
a fumarse un LHC, sin filtro
Yo tenía entendido que el Gran Arquitecto dijo "Sea Maxwell!", y la luz se hizo ;)
Por mi parte soy un firme creyente de que el auténtico paraíso nos fue revelado por Don Georg Cantor. Claro que tiene menos prensa, porque para acceder a él no se precisan costosos artefactos ni miles de becarios. Tan solo lapiz, papel y la intuición de lo abstracto.
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