Pasados un poco los humos y calenturas del resultado electoral, hay que ver algunas cositas que parecen indicadores de un malestar. Cobos ganó en Mendoza, a pesar de tener a buena parte de la UCR local en contra, y no porque se lo recuerde como a un buen gobernador. A Lilita "Naranja Mesiánica" Carrió se la votó no por otra cosa que ser violentamente anti-K. Por más que le busquemos el pelo al huevo, perdimos como en el 2009. Como han hecho las cuentas por ahí, nos quedaríamos con la misma cantidad de diputados que en ese año fatídico. O sea, una cagada si pensamos todo lo que se ha hecho y nos quedamos en el discursito de la "década ganada".
Cuando se plantea lo de la 125, una medida que originalmente fue planteada para una aplicación descuidada, y por imperativos que en definitiva hacían al bienestar del pueblo, se lo manejó tan mal que aún haciendo lugar a las demandas de los ruralistas, la cosa acabó planteada como una pulseada contra el gobierno y que perdimos mal.
Creo que algo parecido ha pasado con las restricciones a la compra de dólares. Para las clases medias el dólar es un refugio de valor. Esto pasa en otros países (Acabo de ver lo mismo en Perú), y ciertamente no hay otra forma de resguardar un ahorro que no sea guardando dólares en el colchón. Por otro lado, a parte de las clases medias le gusta viajar y usar esos dólares para turismo. No sirve hacer discursos complicados o decirles que en definitiva son unos egoístas, sino que se debiera haber pensado mejor en la implementación de las restricciones. En los meses más complicados era casi imposible comprar dólares para viajar, aún teniendo los ingresos justificados. Lo que uno escuchaba era que en la AFIP o el banco les decían que estaban sin sistema, y otras mentiras del estilo. No es precisamente una forma de ganarse a esas capas que, aún habiéndose beneficiado con la "década ganada", siguen creyendo que la plata se la ganaron ellos solitos con su esfuerzo. Otros países (caso Brasil), también tienen restricciones a la compra de moneda extranjera. Fuertes pero sutiles, por lo que la regla del juego es clara. Aquí se pasó del descontrol y viva la pepa de una semana para otra, y obviamente eso genera broncas. Peor todavía, queda un resentimiento porque al mismo tiempo los medios opositores se dedican con fruición a mostrar enriquecimientos de funcionarios varios, incluyendo al de nuestra Presidenta. Que por más que haya sido lícito, no queda bien. En eso, Lanata acabó pegando donde sabía que a esas clases medias les iba a gustar. Y si la respuesta es decir "Lanata puto y drogón", estamos muertos.
En las elecciones se votan a proyectos políticos. Si las cosas van bien, para mantenerlos. Si no, para cambiarlos. Pero nadie vota para premiar al que hizo bien las cosas. No es una medalla al mérito. La gente vota por su futuro y su presente. No al pasado. Si así fuera, la UCR tiene pergaminos nobles, como el socialismo o el comunismo. Pero no sirven de nada. Las soluciones son políticas, como bien lo plasma Lucas Carrasco en este post excelente.
2 comentarios:
siguen creyendo que la plata se la ganaron ellos solitos con su esfuerzo. ....y Uds. Quieren que los vote la clase media?
Anónimo, pertenezco con alma, vida y corazón a las clases medias (nótese el plural) y sé muy bien cómo se asimilan las cosas. Cuando nos va mal, la culpa es del gobierno. Cuando nos va bien, fue nuestro esfuerzo. Uno podrá hacer mejor o peor las cosas, pero depende de la situación socioeconómica y de las políticas gubernamentales hacer una diferencia o no. Que haya guita en la calle es justamente porque el gobierno ha priorizado la actividad económica por sobre equilibrios macroeconómicos.
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