viernes, 15 de mayo de 2009

Resistencia y desintegración: los extraterrestres frente a los sectores populares argentinos

El 27 de abril se cumplieron 32 años del secuestro y desaparición de Héctor Oesterheld. Poco después, el 30, la CGT logró una de las concentraciónes más importantes de los últimos años y nos recordó a todos por qué en un país con visos de independencia y soberanía los trabajadores son un sector medular de la vida política. Pero también nos hizo pensar por qué los trabajadores argentinos tienen menos complicaciones que otros sectores del pueblo para entender cuáles son sus intereses y salir a defenderlos. 
Héctor Oesterheld entendió eso mucho antes de asumir su peronismo. No solo por su concepción del héroe colectivo, sino por su facilidad para colocar, negro sobre blanco, a los diferentes sectores de la confrontación. Por un lado, los invasores y sus cómplices locales. Por el otro, los que resisten a la invasión. Tanto en "Rolo, el marciano adoptivo" como en "El eternauta", realizadas entre 1957 y 1959, es una conjunción de técnicos, profesionales y comerciantes de clase media con obreros (torneros, metalúrgicos) la que enfrenta a los extraterrestres que quieren apoderarse de la Tierra. Como si la articulación que tanto buscaron los líderes de la emancipación sudamericana (Bolívar, Artigas, Tupac Amaru) se hubiera concretado, al fin, en una historieta. Que la clase media se asuma como parte de un proyecto nacional y popular siempre fue algo difícil. No por nada, los momentos de mayor movimiento político de la historia argentina están relacionados con alineamientos de la clase media (al menos de buena parte de ella) con los intereses populares. Con el hecho de reconocer que sus posibilidades de permanencia son inescindibles de una política de Estado que garantice movilidad salarial, educación, salud, seguridad social. A eso, creo, apuntó el acto de lanzamiento de la candidatura de Néstor Kirchner. A hablarles a todos. Los discursos de Nacha (cuando tenga 68 quiero estar así!!!), de Scioli y de Néstor fueron complementarios. Scioli yendo a lo básico (trabajo, escuelas, hospitales,seguridad), Nacha hablando de los sueños y Néstor desplegando una lucidez política difícil de igualar. Cuando dijo que la descalificación de la clase política es una estrategia de los sectores minoritarios, reaccionarios y autoritarios que apuestan a hacerse con el poder que no logran alcanzar legítimamente en las urnas, dio la que a mi modo de ver debería ser la razón definitoria para los que tengan dudas sobre qué votar el 28. Porque finalmente, lo únicos beneficiados con que la clase media no entienda cuáles son sus intereses, sus verdaderos intereses, son los invasores. Que son siempre invasores que buscan quedarse con lo que no les corresponde, vengan de otro planeta o de Barrio Parque. 

4 comentarios:

Ester Lina dijo...

Si la clase media no tiene la capacidad de ver a sus invasores, y al menos de comprender sus políticas, significa que serán invadidos, nomás... y se quejarán... se seguirán quejando, como lo hicieron siempre, excepción hecha en tiempos de dictadura.
Saludos

Vincent Vega dijo...

Resulta raro que las clases medias parecen nostálgicas de ... el primer gobierno de K!!!
Igual sigo pensando que el 25 % que votó a Méndez en el 2003 sigue ahí, vivo y menemista

Anónimo dijo...

La clase media esta en lucha constante entre sus intereses y su pertenencia aspiracional. Por sus intereses se queja en epocas de gobiernos liberales de derecha y por sus aspiraciones luego los vota para ver si logra pertenecer a la clase de sus verdugos.

Verboamérica dijo...

Buen post