domingo, 25 de octubre de 2015

La Grieta

Lo encontramos en facebook, no sabemos quién es su autora

A pesar de que se vienen otros tiempos, y que debemos mirar cómo seguir manteniendo una mayoría, es bueno recordar que hay un Nosotros-Ellos y que esos Ellos jamás nos "perdonarán" por lo hecho.

ME GUSTA LA GRIETA.
Lo lamento por ustedes que se asustan, pero a mí, me encanta la grieta.
Me encanta que haya un abismo entre tipos que odian tener que tributar por la riqueza que acumulan, y yo. Me encanta que haya una grieta enorme entre mujeres con cuerpo de mujeres y alma de mujeres que pueden sospechar que niñas de 12 años “se embarazan” para no trabajar. Amo que una gran muralla más enorme que la muralla china me separe de personas que en nombre de la corrupción que existe, se oponen a que nuestra patria tenga trenes y petróleo para poder moverse y crecer. Adoro esa grieta visible que me separa de otras mujeres que han parido hijos con hombres, y que juntos sostienen que la lucha de madres como Estela, Hebe o Sonia, que vieron los cuerpos de sus hijos torturados hasta morir o desvanecerse en la nada, es un kiosquito de “derechos humanos”. Amo estar a una grieta de distancia de la gente que - a pesar de tener trabajo, empleo, crédito, universidades públicas y gratuitas, hijos que se reciben y encuentran trabajo en fábricas y laboratorios,- insiste en medir el bienestar común en proporción directa a cuántos dólares puede adquirir por mes. Gente con el alma estrecha, por decirlo con cariño. Porque – a pesar de que muchos de ellos son de odio fácil, odian nimiedades como la cadena, la carterita de marca y lo que venga, porque tiene ganas de odiar, nomás- yo a muchos los quiero porque son mis amigos. Pero la grieta está, y está bueno que este. A mí, me separa una grieta enorme, inmensa, de las personas que aman lo que Francisco dice pero no hacen lo que él hace, porque le tienen miedo y entonces rabia a los pobres, a los “negros”, a los distintos. A mí me separa un abismo de las personas que eligen a un tipo que promete entrar con tanques militares a las villas o que besa y abraza a los pobres porque lo mandó su jefe de prensa admirador de Hitler. A mí que no recibí ni asignación universal, ni porcrear, ni jubilación, ni subisidios para el agro, ni volé en arsat, ni uso trenes nuevos, ni monté una empresa familiar, ni casi nada, a mí, me separa una enorme y clara grieta de las personas mezquinas que putean por todo con verdadero odio, y que dicen que en este país no se puede pensar distinto mientras insultan y maldicen como piratas ingleses a cualquier brotecito de amor celeste y blanco. O festejan las decisiones de un juez extranjero que nos perjudica. Yo quiero estar separada por una grieta bien honda de la gente que espera una devaluación como se espera una estrella fugaz y en vez de la ve de la paz o de la victoria elige el dedo odiador de fack you.
Yo celebro que exista una grieta. De este lado, del que yo me paro todas las mañanas para ir a un futuro colectivo brilloso, me acompañan millones de personas buenas, de buena fe, trabajadoras, que se levantan temprano y salen a ganarse el día, que no cagan a nadie, que construyen un país con sus manos , que le dan de comer a sus hijos, que confían, que honran la memoria de sus padres, y que, cuando pueden, descansan, bailan, charlan, abrazan, se ríen y comparten una mesa con los suyos.
A mí me gustan las grietas que separan lo claro de lo oscuro, lo árido de lo fértil, lo individual de lo colectivo, el amor del odio, lo cálido de lo frío, la verdad con errores pero humilde de la hipocresía. Me gustan las grietas además, porque he visto muchas veces, crecer florcitas obstinadas y hermosas, entre las grietas más tristes de los muros más altos y las zanjas más feroces. No me vengan con estar todos unidos. Yo no odio. Los que me conocen saben que no odio. Pero nunca voy a estar de ese lado de la orilla de los que sí odian porque se sienten asustados o superiores. Unanse ustedes, y si quieren, cambien. Todo lindo, cada uno en su orilla. GB.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

es de GABRIELA BOROLI, editora de LA LUCIERNAGA.leídoen RADIO UNIVERSIDAD DE CORDOBA EL 22-10-15 en el PROGRAMA DE LA TARDE "NADA DEL OTRO MUNDO"

Anónimo dijo...

es BORIOLI, no Boroli, me equivoqué

Anónimo dijo...

Esto es de Margarita se filtró de una nota que mandaron y se armó la cadena igual no quiere nunca dar a conocerse

Vincent Vega dijo...

Gracias Anónimo! Saludos a su autora

Anónimo dijo...

Encontré otro texto de Margarita , lo comparto:
Y yo me sigo quedando de este lado me sigo quedando del lado de aquellos que admiro, que no necesitan minimizar a nadie para subir por qué ya están arriba, de los que siempre tuvieron los mismos valores y sobre todo los mismos ideales, que se predican demostrándolo con la vida todos los días, sin criticar, con humildad a pasos cortos pero bien firmes. Me alejo y tomó distancia de quienes inflan situaciones de un solo momento de su vida en el que ven el único poder de querer ser protagonistas desesperados sin importar todo lo que los condena y los persigue, van como ciegos en medio de la nada en una mezcla para mi manera de sentir, repugnante de ideas desleales, con aparente divismo, tratándose de colgar hasta del mismo General con tal de juntar votos, me resulta de un mal gusto y de una enorme falta de respeto escuchar hablar de justicia social a gente que de justicia entiende solo cuando tocan sus propios intereses y de social la reunión entre ellos.
Me sigo quedando de esta orilla en donde los sueños se pintan de celeste y blanco en donde la gente se emociona viendo sonreír a los abuelos en el centro de jubilados del barrio...en donde te reciben con las manos abiertas y puras, me sigo quedando de este lado en donde soñamos con educación con inclusión social, con los que se nos llena el alma ver sonreír a los chicos más pobres cuando ven que sus madres reciben.
Me quedo de esta orilla en donde nos duele hondo leer denominaciones a los argentinos que estamos de este lado bolivianos argenzolanos como que ser inmigrante o pertenecer a otro país fuera una vergüenza, me quedo de ese lado, del lado que no nos da risa,sino pena, y en donde la única vergüenza es querer ser lo que no somos .
Y yo me quedo de este lado, sin globos ni falsos payasos , y si me quedo con los días de sol peronistas que nos regaló la historia,con la alegría sincera genuina que contagia, acompaña y anima, me quedo de este lado en donde los bombos suenan fuerte hasta desbordar el corazón.
M.S