El viejo antisemitismo oligárquico

Pareció que, con la irrupción de esta derecha cool del PRO, lo del antisemitismo era pasado para nuestra vieja y querida oligarquía. Era entendible, una DAIA dócil, un Beraja menemista, un rabino Bergman, y aquella miríada de burgueses muy burgueses de la "cole" dieron esa imagen tan moderna. Pero como ya es costumbre, también aquí el kirchnerismo abrió aguas. Y resulta que los de este lado tenían abuelos emigrados y eran comunistas. Y no se la pudieron aguantar. EL viejo epíteto "judío, negro, homosexual y comunista" afloró. Un judío y comunista, en un gobierno que defiende a los negros y a los homosexuales (y al resto también).
Ahí sale el artículo de Pagni, la brillante respuesta de nuestra Cristina (habrán entendido los pocos judíos honestos que todavía no están de este lado, que es lo mejor que nos ha pasado también en este ítem?).

A pesar de todo, La Nación persiste en la vieja idea que animaba a la Liga Patriótica, Manuel Carlés y la Ley de Residencia. Ni siquiera la disfrazan con algún amigo judío.

Sin novedades entonces, la vieja oligarquía sigue siendo tan antisemita cuanto entonces.