sábado, 1 de agosto de 2009

La bolsa negra sacra


Recientemente Horacio Verbitsky hacía referencia a la naturalización de la Iglesia Católica argentina. Con esto quería significar que esta organización político-religiosa ha conseguido hacer que su accionar político fuera casi invisible, y donde parece obvio que esta Iglesia pueda hacer, decir, nombrar funcionarios, sacar leyes y tener privilegios; y que nadie piense en cuestionarlos.
Fíjense que nuestra Constitución establece en SEGUNDO LUGAR, y antes de los artículos que establecen derechos, deberes y garantías, que nuestro país SOSTIENE a esta organización. Por supuesto, ese artículo, además de injusto, antidemocrático y antirrepublicano (en el buen sentido); ha sido fuente de toda clase de abusos perpetrada por esta banda de señores en polleras.

Durante casi toda nuestra historia como país independiente, esta organización ha hecho y desecho con casi total impunidad. Hubo, si, un par de momentos en la historia donde estos privilegios fueron puestos en la picota: el primero, con el gobierno de Roca, cuando se implementa la ley 1420 de educación pública, obligatoria, gratuita y laica. El otro, durante el segundo gobierno de Perón, cuando empezaron los tironeos con la jerarquía católica por el lugar de primacía en la estructura política del movimiento peronista.

Durante casi toda nuestra historia, la Iglesia Católica reinó en el ministerio de Educación y en no pocas universidades nacionales. Hizo, deshizo, mandó gente al muere. Y siempre en las sombras, aprovechando de esta condición natural de su presencia en la vida argentina.

Pero luego del alzamiento de 2001, donde muchas representaciones políticas se vinieron abajo, esta organización quedó más expuesta. Y poco después tuvieron que aguantarse que Néstor Kirchner cometiera tres pecados mortales: no los consultó para nombrar al ministro de Educación, nombró en este puesto a un "zurdo judío" (Daniel Filmus), y remoloneó para no ir a arrodillarse frente a uno de estos pollerudos en los tédeums del 25 de Mayo.

Pocas veces la Iglesia tuvo que salir a exponerse a la luz del sol. Cuando esto pasa, es una buena señal. Significa que se los saca de su naturalización. Que tienen que salir a defender su lugar de privilegio. Ésto es lo que ha hecho este señor Aguer, un facho de aquellos, al salir a atacar a nuestra república por los manuales de educación sexual.

Creemos que se le tiene miedo a un supuesto poder político y ascendiente que esta organización tendría sobre nuestro pueblo. Que no es bueno malquistarse con la Iglesia por temor a una posible desestabilización. Que no es bueno hacer enojar a los curas. Esto fue una realidad durante muchísimos años. Pero al finalizar la última dictadura mostraron que más que cañones tenían revólveres de cebita. El supuesto poder de movilización se vio cuando se votó la Ley de Divorcio Vincular, en 1986. Las movilizaciones a las que convocaron fueron un fiasco. En épocas recientes sólo pudieron llevar arreadas a adolescentes de colegios católicos y viejas beatas. Nada demasiado temible. Suponemos que por eso decidieron esconderse atrás de los ruralistas y no volver a salir a la calle.

Por eso nos preguntamos: por qué tanto miedo en discutir y aprobar una ley de aborto gratuito y público? por qué seguir bancando a esta estructura medieval y antidemocrática?

3 comentarios:

Antares dijo...

Más información, menos riesgos:
011-156-664-7070
Línea gratuita para informarse sobre el aborto farmacológico.

Anónimo dijo...

Por que agraviar una institucion que fue es fundante de nuestra identidad como nacion.
O no olvidamos que la mayoria de los congresales de Tucuman eran sacerdotes?
Es al menos injusto menospreciar una instiutucion que desde Neron a la fecha (pasando por Hitler y Stalin ha sobrevivido a toda represion.
No nos debiera hacer pensar en eso?
pq los pueblos de America encuentran refugio en la Iglesia ya sea frente a dictaduras de derecha (pinochet o de izquierda Castro) en la Iglesia.
Pensemos y no agraviemos al que piensa distinto.

Vincent Vega dijo...

Gracias Antares, tal vez habría que hacer un post sobre el tema

Anónimo: No tenemos ningún problema con las creencias individuales de la gente, ni con su parroquia, si no le van a joder la vida a sus vecinos. Hablamos con rabia, porque la Iglesia Católica se arroga derechos que no debiera tener para jodernos la vida.
Y particularmente el papel de la Iglesia Católica durante las dictaduras aquí dista bastante de lo que fue en otros países. En Brasil impulsó el informe Nunca Más, en Chile fue la Vicaría de la Solidaridad. Aquí fue lo de la foto: complicidad