sábado, 23 de agosto de 2008

El chico de la tapa

Este pibe no sabe nada. Cuando recién ingresaba a la facultad, fui a una charla organizada por unos compañeros de Derecho. Elías Neuman dijo aquella vez que los que suelen caer presos son los que portan cara, es decir los que no saben afanar. Porque los que saben muy rara vez caen. Y este no sabe. Supo usar el factor sorpresa, porque yo iba en babia escuhando música y no esperaba que me acorralaran a veinte metros de la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires. Pero nada más que eso. Y ni siquiera me sale tener miedo cuando me dice que le de todo porque me va a llenar la cabeza de tiros. No es porque yo sea valiente, es porque se le nota que no sabe. Si supiera tendría un bufo en la mano, no me hablaría de él. Si supiera no me creería cuando le digo que todo lo que tengo es ese evidente mp3 (oxidado y medio roto), me manotearía la mochila que sujeto bajo el brazo, me revisaría los bolsillos. Si supiera, se daría cuenta de que le miento con esa frase que repito una y otra vez: "No tengo nada, no tengo nada más que eso". Pero el pibe no sabe y está perdido. Los ojos se le van, los nervios son más fuertes. Su compañero (son dos) lo mira expectante y repite cada tanto algo de lo que dice el otro: Sí, vas a ver, te vamoamatar. El pibe me sigue amenazando, pero no se anima a más. Entonces me pide plata para un sandwich. No entiendo. Me está asaltando y me pide para un sandwich. Porque no sabe. Porque es vulnerable, mucho más que yo. Tanto que al final se cansa de discutir y me dice que camine para el otro lado, que no quiere verme más. Ellos se van con un mp3 que no van a poder venderle a nadie. Ojalá les guste The Smiths.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Antares visito hoy tu blog porque leí una recomendación en el del ingeniero y debo decir que me encantó, sobre todo las crónicas de bolivia. este último post me recuerda a algo que viví hace unos años, la misma situación, sólo que en esa epoca no había mp3 si no walkman ( no sé si está bien escrito) los pibes me encararon y les dije que no tenía nada más, pero en el bolsillo interno de la campera me quedaban 50 mangos para llegar a fin de mes. ellos, chiquitos, creo que no llegaban a los 15 años, no se avivaron. se llevarón el aparato y salieron corriendo. me quedé pensando que ellos y yo eramos victimas de algo que nos sobrepasaba. un saludo compañero

Antares dijo...

somoslarabia,
más allá del momento choto me quedé con mucha pena. Estos pibes andarían por los 15 años, y para mí es desolador ver tan mal a alguien que con un contexto menos inhóspito podría tener otra vida.
Saludos y gracias por leer.

Ezequiel dijo...

"me quedé pensando que ellos y yo eramos victimas de algo que nos sobrepasaba". Nadie lo pudo decir mejor, hasta ahora. Felicitaciones por el blog.

Ojaral dijo...

El mundo cada día se parece más a una novela de Marcelo Cohen. ("El Estado sabía que la duración de la democracia concentracionaria dependía de los consumidores, y con los que no podía incorporar al consumo nunca sabía bien qué hacer, y en el fondo soñaba con exterminarlos". El testamento de O'Jaral; 1995).
Saludos.

Mónica Sánchez Escuer dijo...

Qué duro. Una realidad que se extiende ciega por todas las calles del mundo.
Un saludo

Antares dijo...

ezequiel, coincido. Por eso uno se siente tan impotente.

ojaral, o a un tango de Discépolo. "La indiferencia del mundo, que es sordo y que es mudo".

mónica, por todo el mundo pero creo que con más crudeza por este lado del mundo.

Gracias a todos por pasar.