domingo, 29 de junio de 2008

Un clásico


Estaba Leopoldo Jacinto Luque. Estaba René Houseman. Estaba el Tata Brown. Estaba Daniel Viglietti.


El partido por los 30 años del mundial `78 tuvo poco de nostalgia y algo de justicia poética. Determinados lugares físicos en determinadas fechas tienen el poder de condensar tiempos y espacios distantes. Yo, que no estuve ahí hace 30 años pude ver las tribunas llenas de ausencias. No hablo de la ausencia forzosa y evidente de los desaparecidos (se había dejado vacía una cabecera para reflejar eso), sino de la de los que fueron a ver Argentina-Holanda en el ´78. Pensé en ellos. ¿Qué pasa cuando un hecho colectivo adquiere con el paso del tiempo un significado diferente del que tuvo originalmente para quienes lo vivieron? Tal vez no sea muy diferente para los familiares de desaparecidos, o para los perseguidos políticos, aunque este aniversario haya tenido un sentido reivindicatorio. Tampoco es diferente para quienes pensaron el mundial como instancia de propaganda de la dictadura. Pero ¿es diferente para otros? Lo es para Luque, para Houseman, para Villa. Porque ellos estuvieron este domingo, y con el gesto de ponerse los cortos y correr tras la pelota recuperaron algo de eso que tiene el fútbol de poética, de posibilidad, de ruptura con el estereotipo.


Y además tocó Viglietti. Un clásico. Porque algunas canciones duran más de 30 años.





1 comentario:

Sirinivasa dijo...

Enhorabuena! y Buena bienvenida al raromundo bologosférico.

Personalmente no deja de generarnos una gran extrañeza esta celebración del 78'. No llegamos a asir del todo el 'qué' de la celebración. Lo despolitizado del mundo futbolístico -de sus actores reales, lo que transpiran la camiseta- nos detiene en la impugnación facilista de los protagonistas que estuvieron en la cancha. Pero... sí, mucha tela para cortar.

Saluts, y adelante!