Se vienen las elecciones en esta, la segunda mayor democracia del mundo. Los viejos PSDB intentan la bala de plata para bajar a Dilma Roussef, tratando de imitar la intentona de 2006 con el "Mensalão". Piden minuto, paran el partido, no se dan cuenta que todo está perdido. Y es así nomás. José Serra no disimula la frustración de perder la última chance de ser presidente, y recupera el viejo lenguaje gorila de la ARENA, el partido que propició la Dictadura del '64.
Este país hierve de calor seco y se ahoga en la humareda de las "queimadas", que parecen cubrir todo (y después dicen que los indios eran ecológicos...). Las calles están abarrotadas de "cabos eletorais" que hacen propaganda agitando banderas por los innumerables candidatos que participan en las diferentes "coligações" que permite y alienta la ley de lemas (a la brasileña). Las "carreatas" (caravanas de autos) cruzan por toda la ciudad. Los templos evangélicos haciendo propaganda por algún pastor ("crente vota crente"). El viejo Partidão (el Partido Comunista Brasileiro) que ha resucitado de sus cenizas. El disidente y super oportunista PCdoB exponiendo candidat@s bell@s (y votad@s!). La propaganda por radio y TV nos aturde con toda clase de candidatos y mentiras más o menos descaradas. El único factor constante es que casi todos muestran alguna imagen de Lula, el hombre del pueblo que cambió la historia de este país enorme y pobre, lleno de riquezas naturales, ufanista y con aspiraciones de grandeza.
Dilma, a nuestro gusto, será algo así como la Chirolita del compañero Lula. De todos los presidenciables que podía presentar, Lula eligió a una técnica muy competente y sólida, pero que jamás fue electa para ningún cargo. No podemos dejar de pensar en que Lula se está asegurando la vuelta al poder en 4 añitos. Pero ya está. Ella será la primera mujer presidente de Brasil.
El PSDB se romperá, al menos en lo que respecta al ex-gobernador de Minas y nieto de Don Tancredo, Aécio Neves. Astutamente, las jóvenes guardias del partido tucano se preparan para la renovación generacional, y se cuidan muchísimo de criticar a Lula. Quien sabe, el radicalismo nuestro tome nota y largue al balbinismo como fuente de inspiración política.
A la elección le seguirá el reparto de cargos a los amigos (hay montones de partidos, cargos de diputado y ministerios (algo así como 33)); el troca-troca de partido entre los electos, buscando el mejor lugar al sol (cerquita pero no tanto del gobierno), para vender caro el apoyo en la base aliada.
Seguirán las bellas goianas mostrándose por las calles, las policías de gatillo fácil patrullando con ametralladoras (no la de Lucas Carrasco), las ventas a 30 cuotas, la venta de pirateados de todo origen. Los miles que nacieron en el campo, y que hoy pueden ir a un hospital y mandar sus hijos a la escuela. Los hijos de los plebeyos que empiezan a "ennegrecer" y "aindiar" las universidades públicas. Los motoqueros muriendo por hacer la entrega a tiempo, como si fueran el Poney Express. Mino Carta seguirá haciendo una de las mejores revistas de actualidad política que ya leí, Carta Capital. Los 14 millones de analfabetos, los millones que pasaron de la clase D a la C. Los ricos que viajan en helicóptero y tienen aviones privados. Los barcitos sucios con la cerveza más exquisitamente fria ("estúpidamente gelada") y siempre a punto.
Y los pibes preparándose para ser los mejores en 2014. Lula seguirá en la cancha
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